mayo 27, 2009

Las tretas y ardides de Giubergia, Saravia y Mariño desprecian el papel de la UCR en el acuerdo. Los cargos expectables son del socialismo

Las artimañas y estratagemas mentirosas y corruptas no tienen límites. El interventor de la UCR, Miguel Giubergia y sus candidatos, los abogados Diego Mariño y Carlos “Uluncha” Saravia, habrían modificado los términos del Acuerdo Cívico y Social. Los lugares que le correspondían al radicalismo salteño, de ahora en más son del Partido Socialista y los de éste pasan a ser de la UCR.
Saravia y Mariño, ahora son candidatos a concejal en primer término y diputado en segundo por el socialismo capitalino. Los radicales de capital tienen que dirimir en las elecciones internas y simultáneas quiénes ocuparán los lugares que le quedaron asignados a la UCR, a saber: sexto en el orden de diputados y quinto en el de concejales.
Saravia habría amenazado a Ricardo Gómez Diez de que la UCR del interior no lo acompañaría en su campaña, si él y Mariño no ocupaban los cargos expectables de Capital para las elecciones provinciales de setiembre. De allí, que Giubergia haya encontrado el apoyo del partido socialista y de Propuesta Salteña para realizar éste acto tan alejado del respeto a las instituciones, de la democracia partidaria y de una práctica política ética.
El camino recorrido por el inefable dúo para lograr ocupar el primer puesto de concejal y el segundo de diputado fue pródigo en ardides y tretas. Entre ellos, la infamación pública de Matías Assennato, joven que se presentaba como posible competidor, la firma del Acuerdo a escondidas de los afiliados, la intervención de la UCR, la difamación de José María Farizano, la fracasada resolución plutocrática de la Junta Electoral, el naufragado intento de armar una lista del Acuerdo por fuera del partido, la dejada sin efecto resolución que negaba la convocatoria a elecciones internas abiertas y simultáneas en el distrito Capital y por último la modificación de los términos del Acuerdo, el relego del rol de la UCR y sus postulaciones como candidatos del Partido Socialista.
No existen palabras que describan este conjunto de acciones que resumen la política que no queremos. El Movimiento de Reafirmación Alfonsinista se mantiene el compromiso de construir radicalismo y hacer de la UCR una alternativa ética de poder en Salta, para afianzar la democracia y consolidar la República.

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