febrero 23, 2009

Urtubey y Cía: haciendo trizas la esperanza



Al asumir su mandato Juan Manuel Urtubey fue presentado en algún programa radial como el gobernador más joven en la historia institucional de la Provincia, lo cual es una falsedad ya que el más joven fue Martín Gabriel Güemes.
El propio Urtubey se presentó a la ciudadanía como el cambio, hecho también falso por cuanto profundizó las peores y más desacertadas políticas de su antecesor Juan Carlos Romero. En materia educativa, durante la gestión Urtubey se promulgó la peor ley de educación sancionada en los casi doscientos años de vida institucional de nuestra provincia, pues compromete seriamente la formación de ciudadanos y ciudadanas para un mundo que reclama conocimientos, tolerancia y respeto. Si Antonio Lovaglio desmoronó las principales fortalezas construidas a lo largo de la historia del sistema educativo provincial cuando sancionó y adhirió sin reticencias ní críticas a la Ley Federal de Educación, Van Cawlaert derribó definitivamente las herramientas para las generaciones futuras.
El traspaso de la Secretaría de Cultura al Ministerio de Turismo da cuenta del escaso interés del gobierno por desplegar políticas estratégicas para la promoción cultural en toda la extensión y significado del concepto. La constante reubicación del organismo, que pasó del Ministerio de Educación primero a Gobierno y luego a Turismo, confirma que la cultura es concebida como un bien de mercado.
En materia ambiental, los trágicos hechos de Tartagal son prueba de la continuidad y profundización de las políticas de depredación del ambiente. Investigadores de la Universidad nacional ahora devenidos en funcionarios, como Alfredo Fuertes, Secretario de Recursos Hídricos y Julio Nasser, ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable, son cómplices de la mercantilización del agua, la deforestación sin reparo y la sojización de tierras públicas. El establecimiento de un canon a valor soja para que las concesionarias de Salta Forestal paguen sus obligaciones revelan los posicionamientos ideológicos frente al ambiente de Urtubey y de sus nuevos y viejos socios. Los piletones proyectados de la zona Norte, con la lisa y llana aceptación de que los desechos cloacales estacionados dañarán los acuíferos de Campo Santo, El Bordo y General Güemes, constituyen otro ejemplo de las políticas depredatorias del ambiente que comprometen seriamente la salud de los salteños. El sostenido deterioro y la contribución a una progresiva eliminación del único pulmón verde de la ciudad, el Parque San Martín, es otra muestra del escaso interés del gobierno actual por el bienestar de la población. La ley de ordenamiento territorial es el broche de esta lamentable enumeración. Su sanción dejó ver la ausencia de mecanismos reales de participación, el abuso ambiental de las políticas gubernamentales y el deterioro de la calidad institucional de la Provincia.

El gobierno de familia volvió para instalarse de pleno en Salta. Sin argumentos políticos y desatendiendo las normativas existentes, el gobernador nombró a su esposa interventora del municipio de Payogasta. Ya en los inicios de su gestión había designado a su hermano Facundo Urtubey a cargo de la Agencia de Promoción de la Provincia, organismo hasta entonces inexistente. Éste no fue el único de los hermanos vinculados al Ejecutivo provincial. Años antes otra hermana, Soledad Urtubey, se desempeñó durante la gestión Romero en la Secretaría de Turismo de la Provincia. Durante aquella épocaotro hermano, el automovilista Alejandro Urtubey, fue beneficiado con un crédito de dos millones de dólares del Fondo de Inversiones para construir el “autódromo propio”.
El día que el gobernador se aprestaba a presentar la ley de ordenamiento territorial a la Legislatura, los hermanos José Antonio y Facundo Urtubey formaron la sociedad JOFA para la realización de actividades de explotación agrícola, ganadera y forestal, además de la "explotación o administración de bosques, forestación y reforestación de tierras".
Familias y apellidos de la vieja y rancia sociedad local comenzaron a ocupar en forma más visible los cargos y empleos públicos. Los familiares de los nuevos socios también exigieron integrar las filas de los servidores públicos. La rectora de la Universidad Nacional de Salta, Stella Pérez de Bianchi, posicionó a uno de sus hijos en el Ministerio de Medio Ambiente, también siguió idéntico derrotero burocrático el hijo de la ex coordinadora del ordenamiento territorial de Bosques Nativos, luego Secretaria de Política Ambiental, Cristina Camardelli.

La familia Posadas, generosa en radicales devenidos en acérrimos militantes K, también ocupa importantes lugares de la estructura administrativa de la Provincia. Federico Posadas es el ministro de Turismo, Matías Posadas es Secretario de la Función Pública. Desde la Legislatura el proyecto urtubeyista recibió un apoyo irrestricto de la diputada radical K Valeria Orozco.
Nunca se alejaron de los cuadros burocráticos de la Provincia los funcionarios fracasados. Tales son los casos del ex ministro de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos, Nicolás Juárez Campos; la ex ministra de Desarrollo Humano, Silvia Miranda; el ex secretario de Obras Públicas, Alfredo Miguel; el ex secretario de Seguridad, Jorge Amado Skaf, y los radicales K erigidos en asesores rentados, como la ex secretaria de Deportes Sandra Meyer y la asesora Blanca Saade.
Estos “planes descansar” inaugurados por el gobernador Urtubey para “no perder la capacidad” adquirida por estos funcionarios en sus malogradas gestiones, son la contracara abusiva y obscena que se levanta ante la promesa no cumplida del 82% móvil a los jubilados, el aumento del boleto del transporte público de pasajeros, la ausencia de respuestas para la recuperación de los adictos al paco, los incrementos de las tarifas de los servicios públicos y de los impuestos. Además, las solidaridades políticas del gobernador con las irresponsables políticas del matrimonio presidencial comprometieron los números de la coparticipación federal y con ello el futuro de los salteños.

Así, la decepcionante realidad muestra que, en apenas un año de gobierno, Urtubey hizo trizas la esperanza.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Sin palbras. Todos los gatos con sus gatitos en la misma bolsa.
El Cambalache Salteño: Urtubey, los K, Montaldi, Morello y los de la UNSa.
De cordura y decencia, ni hablemos.